lunes, 5 de noviembre de 2007

la niña


Había una vez una niñita sentada en un parque. Todos le pasaban por el lado y nunca nadie se detenía a preguntarle que le ocurría. Vestida con un traje descolorido, zapatos rotos y sucios, la pequeña niña se quedaba sentada mirando a todo el mundo pasar.

Ella nunca trató de hablar, no dijo una palabra. Muchas personas pasaron pero nadie se detuvo.


Al día siguiente yo decidí volver al parque a ver si la pequeña niña estaba ahí. Sí, ahí estaba. En el mismo lugar en el que estaba ayer. Con la misma mirada de tristeza en sus ojos. Me dirigí hacía ella.

Ella me miró con una tristeza tan profunda que me rompió el alma. Me senté a su lado y sonriendo le dije:"hola".

La pequeña me miró sorprendida y con una voz muy baja respondió a mi saludo.

Hablamos hasta que los últimos rayos de sol desaparecieron.

Cuando solo quedábamos nosotros dos y la oscuridad alrededor, le pregunté por qué estaba tan triste. La pequeña me miró y con lágrimas en los ojos me dijo: "Porque soy diferente".

Yo respondí con una sonrisa: "Lo eres".

Y ella dijo aún más triste: "Lo sé".

Yo le dije: "Pequeña, ser diferente no es malo. Tu me recuerdas a un Ángel, dulce e inocente".


Ella me miró, sonrió y por primera vez sus ojos brillaron con la luz de la alegría.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta jo..me has echo llorar
me ha recordado a cuando me salvaste..ese dia..
yo no lo olvido
ese dia volvi a nacer otra vez..algo nacio dentro de mi
que bien haberte visto hoy..
te quiero

Anónimo dijo...

Tu si que eres un angel...